Continuará...

Me acabo de dar cuenta de que tengo demasiados frentes abiertos, en todos los sentidos. No consigo cerrar las puertas cuando decido pasar al otro lado, y me refiero a todos los aspectos de mi vida. Imagino que esto le sucederá a muchos, pero ¿os habéis parado a pensar cuantas personas teneis en el Messenger con las que con suerte habéis hablado una vez? . Hoy me he levantado, he encendido el ordenador y me he conectado, como no concectado por si me encontraba con alguien con quien no quería hablar y me veo a mi misma buscando entre mis cerca de cien contactos alguien con quien me apeteciera hablar. Ya no me escondo de quien no quiero ver, porque realmente no quiero ver a la mayoría de mis “amigos”, sino que busco alguien que realmente sea amigo, o esté en tramites de admisión. Ahora para hablar por el chat más famoso del mundo tengo que avisar primero por teléfolo a la persona a la que quiero saludar, que como yo estará como no conectada huyendo de su mundo virtual, para que me haga una señal si es que está ahí.
Qué gran mundo este de internet. Lo pone todo a nuestro alcance, tanto que ha llegado un momento en el que nisiquiera me he dado cuenta de que mi intimidad ya no es mía, pertenece a los millones de usuarios de facebook, fotolog, tuenti, myspace… y para remediarlo ¿qué hago? Nada, me limito a escribir un blog anónimo en el que me desahogo y no firmo, así nadie sabra quién soy. Mi vida esta al alcance de todos, y mis pensamientos que era lo único que me quedaba sólo para mi decido publicarlos, así que definitivamente soy un producto de las nuevas tecnologías. Tengo amigos anónimos, enemigos conocidos, compañeros de aficiones… toda una comunidad de personas para elegir, y al final prefiero ser invisible.
Hoy es un día importante, dicen que no se termina la pelicula hasta que no aparece THE END, y aunque yo sea una experta esquivando los miles de letreros luminosos que se agolpan a mi alrededor avisando de que la historia se acaba, hoy he decidido dar carpetazo a todos lios en los que soy protagonista o participante. Cierro una puerta y abro una ventana, tampoco es cuestión de estar aislada. Hoy si no te hablo es porque no me da la gana, si no te sonrío es porque no me gustas y si no te cojo el teléfono es porque ya no quiero jugar más. Hoy empiezo una nueva vida, no muy distinta de la anterior, pero dejando atrás todo lo que hasta ahora pesaba en mi mochila. Ha llegado el final de mi película, pero yo no pongo nunca les letras THE END, son demasiado rotundas, prefiero un simple CONTINUARÁ…

Arco Iris...

Cuando llueve y hace sol… pues eso es lo que tenemos hoy, un ARCO IRIS. Tras un día de sol radiante y otro de lluvia incesante sólo se podía esperar una día de esos que estás pero no del todo. Desaparecer era lo único que quería hacer ayer, hacer maletas e irme a un destino aún desconocido que me permitiera ser otra persona, pero no una persona cualquiera, ser yo, un yo que no tiene que actuar conforme a las circunstancias, que no tiene miedo, un yo que se enfrenta a los problemas y que no mira hacia atrás. Tras ver la primera temporada entera y parte de la segunda de la serie Sex and the City, hoy, en mi día ARCO IRIS, he cambiado de opinión. ¿Porqué irme si puedo ser esa persona sin necesidad de transportar equipajes pesados?.
Como en la serie, mi vida gira en torno a los hombres, la moda y la comida y es que creo que no recuerdo ninguna conversación que haya mantenido en los últimos tiempos en la que no hayamos terminado hablando de alguno de estos tres temas, sino directa indirectamente. Los culpamos a ellos de todo lo que nos pasa y solucionamos nuestras depresiones comiendo o comprando. Pero, ¿quién tiene el problema?. El problema no son los hombres, ni en mi caso particular los italianos, el problema somos nosotras. No sabemos lo que queremos, o si lo sabemos no sabemos cómo conseguirlo, pero si tenemos todas claro qué es lo que nos conviene y qué lo que no. Ya no valen excusas, somos nosotras las que decidimos ponernos a su altura, entrar en sus juegos incluso sabiendo cual será el final. Podemos identificar un buen tipo desde el principio y para qué engañarnos, no nos atrae, no nos engancha. Preferimos que nos pongan las cosas difíciles, que nos toque trabajar, que tengamos una excusa para el atracón de helado que nos vamos a pegar el domingo por la tarde sin nada que hacer.
Yo, en concreto, cuando aprenda a no buscar algo importante en cada relación aprenderé a tratar con el género masculino. Cuando una noche sea sólo una noche, y una noche de sexo ocasional una noche de sexo ocasional, sin necesidad de llamadas ni lazos de unión, en ese momento podré seguir su juego. Hasta que entonces creo que lo más aconsejable sería pasar una temporada sola, bueno con mis amigas que son las que realmente tienen todo el mérito del mundo. Hoy quiero darles las gracias por su paciencia, por aguantar mis quejas, llantos, mensajes de madrugada… aunque en el fondo resulte entretenido porque no sé donde vais a encontrar una amiga tan loca como yo y con una vida tan divertida, pero comprendo que no siempre es fácil soportarlo.

Hoy me he levantado pensando en vosotras que siempre estáis ahí.

Con un poco de Sal...

Mi hermana es de esas personas que tienen las cosas claras, nunca dudan, firmes convicciones, seguridad en sus posibilidades… pero hay algo que la vuelve loca, mis cambios de humor. No sabe si prefiere que esté triste o que tenga un buen día. Cuando me levanto con el pie torcido todo el mundo se vuelve en mi contra, me arrastro por los rincones y es prácticamente imposible mantener una conversación conmigo. Pero cuando tengo un día de esos de “me gusta ser mujer”, no hay quien me quite la sonrisa estúpida de la cara, soy la persona más feliz del mundo, insoportablemente feliz. Y es que cuando estoy triste al menos intento disimularlo, pero cuando estoy feliz mi cara proclama a los cuatro vientos que hoy es mejor que no me hables. Bien pues hoy tengo uno de esos días, de los segundos. Hoy el mundo se ha puesto de acuerdo para hacer que todo se vuelva a mi favor, hoy le han puesto sal a mi vida y mi cara irradia felicidad.
Ayer tuve un día un poco particular. Un típico día de domingo sin nada que hacer, solo comer. Dándole vueltas a mis líos amorosos y tras engullir sin piedad una deliciosa tarta de panna cotta decidí hacer lo más lógico, ir a ver a una amiga. Dos tés, un bol de palomitas y varias historias de parejas rotas después, me vuelvo a casa un poco más feliz, en el fondo las cosas tienen la importancia que nosotros le demos. Enciendo el ordenador en busca de alguna novedad y ahí está él. Mi nuevo antidepresivo, el encargado de que sustituya la Nutella, o al menos que la deje un poco a un lado. No se si porque me inspira confianza, no sé si es porque es un poco más pequeño que yo (cosa que no me había sucedido nunca) o si me inspira confianza porque es un poco es más pequeño que yo, pero siempre consigue hacerme sonreír, y ayer no iba a ser menos. Después de mis momentos de romance adolescente (esto cuando lo lea una que yo me sé me va a costar más de una broma), me llega la gran noticia, soy la protagonista de un rumor Erasmus, lo que significa que o he conocido íntimamente a alguien sin enterarme o viceversa. Qué divertido es esto de que te sucedan cosas sin ni siquiera salir de casa. Antes de dormir ya había reído durante al menos veinte minutos intentando averiguar quién había sido mi amante secreto y sobre todo, quién mi celestina, porque siempre hay una celestina.
Miles de motivos causan la tristeza, pero cualquier pequeño detalle provoca la felicidad. Hoy ha salido el sol. Esto no sería de extrañar en cualquier otro sitio, pero en mi bellissima ciudad italiana el hecho de que las nubes nos den un respiro es equiparable a que te llame un amigo con el que hace tiempo que no hablas, a que tu equipo gane la liga o a que encuentres esas botas hechas para ti que llevas meses mirando en un escaparate a precio de saldo, o incluso la suma de todo ello. En fin, hoy soy una persona insoportable, lo siento mucho, de verdad que lo lamento, pero hoy estoy feliz “porque yo lo valgo”.

Noche Memorable

Qué gran noche!!! sí señor, lo que prometía ser una gran fiesta de sábado se ha transformado en una autentica pesadilla. Comencemos por el principio, salimos de casa vestidas para arrasar y se pone a llover, quien dice llover dice diluviar, con lo que supone pies mojados para el resto de la noche, pero cómo esto aquí no es ninguna novedad, es una pequeña incomodidad que se cruza en nuestro camino. A las 22:3o alrededor de 40 personas debíamos estar esperando un bus alquilado para que nos trasladase a la discoteca, pero allí no aparecen ni el bus ni los responsables quienes, después de varias llamadas se dignan a coger el teléfono y prometen ir a recogernos, pero sin bus, porque como no habíamos hecho la reserva por internet no se había alquilado, y ahí nos tienes a cerna de 40 personas bebiendo bajo la lluvia, porqué la mayoría somos españoles y beber se bebe sea donde sea, esperando un bus que no iba a venir. En ese momento me llama un chico que había conocido a mi llegada a la universidad y que desde un principio me había parecido agradable para decirme que viene con el coche, que quizás nos podía llevar, a lo que yo pienso, genial, al menos yo no sigo singing in the rain. Total, nos distribuimos como podemos en varios coches, y nos vamos a la disco.
El botellón imposible de hacer porque a orilla del mar, la brisa, en esta época del año y con lluvia te garantiza una pulmonía. Mis tres acompañantes parecían simpáticos, divertidos... así que nos metemos en la disco y aquí termina mi diversión. Yo no me caracterizo por lo que me gusta que la gente me toque, ni que la gente se pegue a mí, de hecho todo el que me conoce sabe que yo cuando salgo, me pierdo y no hay más que hablar. Pues mis tres nuevos amigos decidieron, sin que yo pudiera opinar al respecto, que había llegado el momento de que me echara no uno, sino tres guardaespaldas. Las intenciones estaban muy claras, ya que era principalmente uno el que me agarraba y pretendía todo el tiempo bailar conmigo, pero hombre por Dios, un poco de comunicación no verbal, si me separo cada vez que me agarras, si retiro las manos cuando me coges para bailar, si me voy con mis amigos cada vez que tengo oportunidad y si cada vez que los tuyos nos dejan solos te pregunto que porqué no vienen... creo que la cosa está clara, no creo que haga falta un mapa. Total que cansada de esconderme, escaparme a la primera de cambio y hablar con gente que ni soporto con tal de no estar sola, cogí el primer coche que volvía a la ciudad, el de mi salvador amigo, y ya cuando me iba a ir me dice mi compañera de piso que está en la discoteca el causante de mis males más recientes, con el consiguiente nudo en el estomago, que aunque yo no lo vi el pensar en verlo ya hace que el cuerpo se me revolucione.
Y después de esta maravillosa velada aquí me tenéis, a las 3:00 de un sábado desahogándome para poder dormir algo esta noche, porque si no veo que sueño con ellos. Pero por favor, el hecho de que sea educada y te diga donde estoy no significa que tenga que ser tu niñera el resto de la noche. Si te invito a venirte a una fiesta a la que voy con mis amigos, sabiendo que vienes con tus amigos, sociabilízate, interactúa con la multitud, la edad se supone que nos da estas habilidades que tenemos que aprovechar. Pues bien, ahora ya sólo me queda esperar que el sábado que viene pueda disfrutar de la compañía de mis amigos, aunque coincidiendo con el día de los enamorados creo que va a ser mejor no salir, o salir con una camiseta que ponga NO QUIERO SABER NADA DE HOMBRES, AL MENOS POR UNA NOCHE. Y todavía algunos nos consideran afortunadas, otra noche como la de hoy y mis continuas amenazas de retirarme a un convente van a dejar de serlo y se van a hacer realidad, afortunadas monjitas, no tienen que pensar qué ponerse, no tienen problemas con el sexo "fuerte" (que mal suena esto) y encima pueden comer lo que les de la gana sin sentirse mal después. Cada día estoy más segura de que es una opción a considerar, seriamente.
Y como dirían en Italia: MA CHE BELLA SERATA!!!!!

Poniendome en forma...

He empezado la operación bikini. He empezado pronto porque lleva tiempo, y porque cuanto antes empiece antes termino y vuelvo a comer. Pero lo importante no es la dieta, es el ejercicio que hagas y para ello he vuelto al gimnasio, y digo he vuelto porque como todo el mundo ya me he apuntado varias veces. He probado casi todos los deportes, pero ahora lo que quiero es ir a una clase en la que sufra, que me den ganas de morir antes de terminar, que cuando termine me acuerde de lo que cuesta ponerse en forma y me lo plantee dos veces antes de meterme en la boca un helado de tres gustos. Ingenua de mi, ayer pensé que como me sobraba tiempo antes de la clase, porqué no irme antes al gimnasio y hacer un poco de bici. Así que fui y le di a los pedales durante cuarenta y cinco minutos, para algunos una locura, pero es el único ejercicio que no me cansa demasiado, y luego me metí en clase de “Power Tone Up”. Tu lees el nombre y dices, esto es para tonificar, unas abdominales, unas flexiones… power es lo que necesitas para poder terminar el tone up. La pesa que al inicio de la clase parecía manejable, a mitad ya era como si tuviera que levantar un yunque de hierro macizo, Mi lengua ya llegaba a los tobillos y cuando parecía que todo llegaba a su fin oigo unas palabras que estremecen todo mi cuerpo, “y ahora… estiramos”.
Camino de casa, con cara de necesitar la respiración asistida para poder seguir viviendo, sólo pensaba en que tenía planeada otra sesión de ejercicio, pero de otro tipo, para la noche. No sabía si alegrarme o terminar de morirme. Opte por relajarme, así que llegue a casa, cené por mi y por todos mis compañeros, y encendí el ordenador, en tiempos de facebook ya se sabe, esperando alguna noticia de mi cita. Pero nada, ni una carita de estas que guiñan un ojo que me diera a entender lo que me esperaba. Con una sensación de calma total me decidí por lo más lógico, dormir. Después de una semana de fiesta en fiesta, de borrachera en borrachera y de gimnasio en biblioteca mi cuerpo reclama a toda voz una sesión de sueño reconstituyente, y lo consiguió. Pero para mi sorpresa a la 1:30 de la madrugada, una hora muy normal para algunos, me despierta el desagradable sonido de mi móvil, lo cojo y sorpresa, una voz masculina que habla en otro idioma me pregunta que si estaba durmiendo. Despertarme a mí es todo un desafío que pocos se atreven a desempeñar, pero por suerte solo habló con la parte de mí que estaba consciente después de tanto esfuerzo y se tuvo que conformar con un ya nos veremos otro día.
No sé qué le pasa al género masculino, en qué momento sus neuronas han decidido irse de vacaciones. No soporto a los listos que van de tontos, pero tampoco a los tontos que se creen listos, y mucho menos a los que son simplemente tontos. Yo acepto el juego de la seducción, el sugerir, el hacer esperar… pero primero aprende a jugar sino la partida ya tiene ganadora desde el primer movimiento y esto, siento decirte, no tienen ninguna emoción, me entrego el premio y busco un contrincante que al menos sepa cuándo es el momento adecuado para llamar después de un plantón semejante. Y esto es lo que escribo la mañana del 7 de febrero desde la cama porque, como era de esperar, el gimnasio ha pasado factura, y el sillín de la bici también.
Hasta mañana corazones!!!!

Abriendo los Ojos

Son las 4:38 de la mañana y no puedo dormir. Llevo unas semanas pensando sin sacar nada en claro. Quiero estar sola pero me siento sola. Envidio las parejas sonrientes que pasan a mi lado en la calle y yo he sido la que ha decidido poner fin a eso. Mantengo una relación sin futuro que me engancha con alguien que me atrae de manera incontrolada pero que a la vez me hace daño. Él sabe lo que quiero oír y cuando, pero solo piensa en él. Quedamos cuando viene, cuando quiere, pero siempre terminamos de la misma manera, y siempre tiene una excusa perfecta para irse a mitad de la noche. No se que es lo que quiero, ni lo que busco. Busco al hombre perfecto, que me vuelva loca y que este loco por mi, quizás busque algo que realmente no existe. Quiero mirar a alguien y saber que ese alguien es diferente, y que el resto del mundo me de igual, pero quiero que esa persona me mire a mi de la misma manera. Creo que llevo demasiado tiempo planeando mi futuro y ya empieza a dejar de tener sentido. Hoy por hoy no tengo fuerzas para meterme en el papel de una mujer fria y controladora que se enfrenta a los hombres sin miedo a las consecuencias de un NO o de un SI. Tengo miedo de conformarme, de no saber elegir, de estar sola pero también de estar acompañada.

Ha pasado más de un mes desde que escribí este párrafo y la situación sigue siendo la misma, sólo que ahora yo estoy intentando salir de mi deseo autodestructivo. Y para ello me enfrento a mis impulsos y a mi falta de autocontrol sin descanso. Me digo que no continuamente, hago nuevas amistades, salgo, no pienso… he decidido mirar el mundo con otros ojos, o mejor, he decidido llevar los ojos abiertos. ¿Hasta que punto va a llegar mi humillación?. Realmente no creo ni siquiera que me guste, simplemente he decidido que tiene que ser así, que es mi reto, mi juego, y a mi no me gusta perder. Quedé con él por primera vez porque pensaba que era gay y desde entonces en ningún momento he conseguido ver en él nada que merezca la pena, pero es un desafío para mi. Ahora está desaparecido, probablemente porque esté haciendo con otra lo que antes hacía conmigo, y lo único que me molesta es que ha sido él quien sin dar señales de vida ha puesto fin al juego. En cualquier otro momento no me hubiera rendido, pero a veces es mejor retirarse a tiempo antes de perder la razón, y yo ya empezaba a cuestionarme.

Instrucciones para hombres

Después de realizar varias pruebas del "latin lover", me he desilusionado de tal manera que he llegado a plantearme la necesidad real que podemos tener de sexo. Sí, es un buen ejercicio, pero hasta que punto compensa el realizarlo en pareja. ¿Quien es bueno en la cama? Hay que decirlo sin rodeos, pocos, y no porque la tengan grande, pequeña o mediana, un punto que tanto suele preocuparles. O porque sean eficientes maquinitas que siempre están dispuestas, listas, en su punto. No!!! Hay sutilezas vitales que poco o nada tienen que ver con el buen desempeño físico y que son claves a la hora de juzgar si son buenos en el sexo. Sutilezas en las que ellos en su continuo afán por acumular victorias dejan a un lado sin darse cuenta de que no siempre gana el que mas corre, sino el que mejor sabe como llegar a la meta.

No es que mi experiencia en el campo sexual sea demasiado amplia, pero por favor, si ya me he cansado es que algo no va bien. No se muy bien cual es el problema, no se si son nervios, exceso de escitación, falta de práctica o de control, despreocupación, egoismo... pero mi paciencia comienza a agotarse y yo a desesperar, así que me he decidido, ahí van unos puntos clave que todo hombre debería respetar, de momento son 14, pero seguro que vendrán más. ¡Se admiten sugerencias!

1.Todo entra por los ojos:

A las mujeres, como a los hombres, todo nos entra por los ojos. Y en ese primer juicio la vanidad masculina es fundamental... Un hombre que no se cuida, que lleva los zapatos sucios (no se imaginan cuanto se fijan las mujeres en los zapatos, cuando hay suerte y usais zapatos), que use tanga, o los calzoncillos viejos... Qué horror! El que huela bien, se afeite, se vista con gusto, use boxer's (se admiten calzoncillos Jockey blancos), ande con las uñas limpias y cuidadas, empieza la seducción con el pie derecho. Si quieres llevarme a la cama, al menos que parezca que has tardado la mitad de lo que he tardado yo en prepararte.

2. Besos:

Por favor hombres, aguantad todo lo que querais besándonos. Realmente echamos de menos esos interminables besos de adolescencia frente a la puerta de casa que no llegaban a más. Extrañamos los vidrios empañados de tanto besar. Que nos mireis a los ojos mientras lo haceis, los besos en el cuello, la boca, las orejas (bueno! con algunas excepciones!). El que sabe besar y sabe bailar llegará rápido a su meta.

3. Parejas, no pulpos:

En algún momento alguién decidió que el hecho de que te deje besarme imlicaba que tus manos recorrieran todo mi cuerpo sin ningun tipo de control. Fundamental saber hasta donde se puede llegar según el tipo de beso que te estemos dando, o según donde ella tenga las manos. Tampoco es neesario esperar instruciones, pero con suavidad se llega a todas partes.

4. Mas de 15 minutos por favor:

Los hombres máquina, tipo taladro, frenéticos y animalescos, que solo aguantan los quince minutos que pueden tardar en llegar al orgasmo (he cronometrado, si señores), suelen ser catalogados de sosos, egoístas, aburridos y discolos. Hácednos desear. No nos deis todo tan rápido! Que veamos las estrellas antes que el taladro, por favor!

5. Variedad:

La posición del misionero no esta mal, pero suele ser interesante (por eso de los estímulos entre los pliegues femeninos) estar encima o agarradas a vosotros como si fueseis el tronco de un árbol. Variedad señores!!! Y de tanto en tanto, dejadnos tomar la iniciativa en posiciones más interesantes.

6. Pocas preguntas:

Celos añejos? Vaya uno a saber... Pero el hombre que en pleno acto pregunta: ¿donde aprendiste? ¿Quien te enseñó? ¿Por que tan enteradita? ¿Cuantos componen tu lista?... ¡Mata todo! El pasado es pasado. Nada de indagar sobre el como se aprendió. Realmente ninguno queremos saber la verdad de todo.

7. Ojo con las manos:

Acariciar, no es sinonimo de amasar. No seais tan rápidos con las manos. Ni tan genitalistas. Utilízadlas para una caricia en el cuello, en la mejilla, en el pelo, en los pies. Y cuando lleguen a la intimidad, ya saben: no se trata de amasar.

8. Dejad actuar:

Si nos compramos un brasier sexy, no lo arranqueis, disfrútadlo, jugad. Si encendemos la chimenea, compramos vino, calentamos el jacuzzi y os recibimos desnudas, sed todo lo lentos que podais con el romanticismo. Las prisas nunca han sido buenas!

9. Palabras:

Todas coincidimos en que el clítoris está en los oídos. Decid que os gustamos, que somos guapas, que estais excitados, que os fascinamos, que nos quereis (como les gusta que las digan que las quieren!), eso si, solo si lo sentís, que aunque parezca mentira, eso también lo notamos.

10. Llevad el mando:

A todas nos gusta que nos dejen hacer, pero no siempre. Tomad las riendas, indicadnos el camino a seguir, pero ojo con volverse mandones: 'hazme esto, hazlo así, quiero esto, etc.' Hay que saber como sugerir, como guiar, sin necesidad de ordenar, como conducirnos hasta el objetivo sin que para ello se desvele vuestra verdadera intención, aunque nosotras ya la sepamos.

11.Dos seguidos, no:

Calidad en vez de cantidad. Una vez que se acaba, un vinito, una charla, unos besitos... mimos, caricias... todo esta permitido, menos volver a la carga. El que vuelve y ataca, puede terminar jugando solo el partido. Bueno, esto lo dejamos para consideración de cada quien, ¿verdad? En gustos... no hay nada escrito, y a todo el mundo le gusta repetir cuando el plato esta en su punto, aunque casi seguro que si esto ocurre, ya nos encargaremos nosotras de haceroslo saber.

12. Adiós ronquidos:

Por muy bueno que seas en la cama, el que acaba y se duerme de inmediato es, en vocabulario femenino, un perfecto imbécil. Así que a mantenerse despiertos una horita por lo menos...

13. Sin calcetines:

Esto es un tópico, pero existe. Igual que os quitais los zapatos quitaos los calcetines, que no creo que se os vayan a quedar muy frios los pies. Que nuestras piernas se enreden alrededor de vuestro cuerpo y lo recorran entero buscando el mayor roze con vosotros posible y se encuentren con unos calcetines que la mayor parte de las veces no hubieras querido ver en tu vida, causa una sensación de dejadez que contrasta totalmente con el punto uno e la lista.

14. Comunicación:

Y con comunicación no me refiero a conversación, todo lo que se dice en ese momento, por lo general sobra (aunque un estimulo a tiempo nunca viene mal). Con comunicación me refiero a mirar a la otra persona, a sentir lo que quiere sin necesidad de que una sola palabra salga de su boca. Con esto el disfrute será mutuo, creedme, no es necesario preguntar "¿te gusta así?" o "¿así va bien?", simplemente abrid de vez en cuando los ojos y mirad... realmente lo agradecerá.

Así que ya sabeis, no sigais vuestros impulsos y seguro que irá bien. No siempre es necesario que haya amor, pero casi siempre es necesario que lo parezca.

Cada 2 minutos pierdo la razón...

Si buscáis la palabra LOCA en el diccionario encontrareis una foto mía, bueno junto a loca y a otros adjetivos como inestable, desequilibrada, insegura… y es que esta es la palabra que mejor me define en este momento, LOCA, me define a mí y a mi situación o vida actual que difícilmente podría soportar ningún mortal… y es que, como otros muchos, soy una estudiante Erasmus y esto me lleva a no entender porqué sucede nada.

Amada locura, un día lloro, otro río sin motivo y al siguiente paso del llanto a la risa con la misma facilidad con la que la incesante lluvia, que tras semanas azota mi mediterránea ciudad, golpea los cristales de las ventanas. Cada día me prometo no pensar, no buscar la razón de la sinrazón que ha decidido ocupar mi vida sin pedirme permiso. Cada día prometo dejarme llevar por este aluvión de sentimientos que afloran en mi interior y que con fuerza luchan por salir.
Un día te odio, un día me odio, un día hago la maleta y al siguiente cuento los días que me quedan para aprovechar esta oportunidad… pero los días pasan rápido, muy rápido. Busco saborear cada instante pero no me reconozco, intento controlar lo incontrolable, me intento controlar a mí, y porque no decirlo, a mis hormonas que han permanecido a la espera para salir todas de golpe y convertirse en un grupo de hooligans que domina mi cabeza.

La cámara de fotos, mi fiel acompañante, se encarga de mostrarme como soy cuando no soy yo. Un ojo objetivo que va acumulando momentos, segundos que pasarán a ser grandes historias, y otros que guardarán imágenes de personas que dentro de poco tiempo no podré recordar, porque porqué no decirlo, la memoria de una LOCA recoge sólo lo que quiere recoger.

Ay mi locura! o ausencia de cordura, esta apasionante sensación de pérdida de seguridad, de descontrol… cada día inesperado, lleno de qué me sucederá mañana, lleno de momentos en los que mi vida deja de ser mía para formar parte de un total, de una experiencia que solo se puede conocer cuando, como yo, haces la maleta y te lanzas a buscar un y ahora… ¿qué?.

Hoy estoy LOCA, pero crucemos los dedos, porque quizás mañana descubra donde está el truco, aunque claro, mañana… ya será otro día.