Llega la despedida
poco a poco. Los billetes están ya en mi bolsillo, bueno en mi ordenador, y toda mi estancia se empeña en despedirse como
Dios manda. En dos días me he cruzado con todo mi historial de italianos, mientras mi actual
amore me apunta como acompañante en una boda familiar y a la vez desaparece del mapa. Menos de
dos semanas…
HASTA DENTRO DE UN MOMENTO ¿NO?
ResponderEliminarseré una egoísta, pero estoy deseando que pasen las dos semanas, desde el mar gallego...
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