lunes, 22 de junio de 2009

Siempre hay un motivo para no dormir...


Cada dos minutos pierdo la razón era el título de mi primer escrito en el blog, título de la canción que escucho ahora. Cómo cambian las cosa cada dos minutos, cómo han cambiado las cosas desde que escribí ese texto. Sin saber muy bien cómo, me veo a hablando a mi madre de una relación a la que ni siquiera yo se como he llagado. Ahora ya no tengo mucho tiempo por delante para disfrutar de mi Erasmus, la cuenta atrás ya ha comenzado y mis amigas comienzan a irse. Las fiestas de despedida nunca me han gustado, por mucho que sean fiestas. Mi loca favorita sigue mandándome noticias desde España pero yo la sigo echando de menos aquí. Una llamada a cualquier hora siempre es mucho mejor que un mail que tarda horas o días en responderse. Nos conocimos hace ya casi 5 años y aunque lejos siempre estamos cerca. Es mi confidente y también mi más duro juez. Por culpa de ella escribo este blog que me ayuda a desahogarme cuando las palabras cuesta tanto decirlas y resulta mucho más simple escribirlas.
Mi familia me visita en dos semanas y una mezcla de ilusión y miedo hacen que no pueda estar tranquila. Han sucedido demasiadas cosas en mis 9 meses de estancia en Italia y no quiero rendir cuentas. Hoy soy un poco menos yo que otros días, tengo muchas cosas en las que pensar. Unas horas de playa me ayudaran a aclarar un poco las ideas, aunque cada día me complican un poco más mi regreso. Días de sol y noches de luna, dormir ha pasado a la historia.

1 comentario:

  1. En algo te has equivocado: no te juzgo, confío en que hagas las cosas que sientes debes hacer. Confío en ti.

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