martes, 28 de abril de 2009

la vida es sueño...


Hoy ha vuelto la tempestad a mi calma. Hoy la lluvia no ha llegado a ser tormenta aunque el viento arrastró con fuerza en pocos minutos un poco de mi plenitud. Hoy he leido un blog amigo y me he dado cuenta de lo importante que es soñar, pero cuanto daño puede hacernos.
Yo siempre sueño, siempre tengo la cabeza en otro lado. Camino por la calle sin prestar atención a mi alrededor con la cabeza absorta en mis pensamientos. Dibujo un mundo imaginario en el que no tengo miedo de decir las cosas, en el que soy fuerte, en el que consigo todo lo que me propongo… un mundo ideal creado por mi yo ideal. En mi mundo imaginario todo sale a pedir de boca. Un día me levanto y me dirijo a mi puesto de trabajo en el que por fin puedo realizar unas practicas que me permitan terminar mi carrera y en el autobús me encuentro con ese chico que me obsesiona desde que llegué. Él se dirige a mi después de un rato intercambiando miradas y me invita a tomar un café que se convierte en una cena y que termina por ser una relación con una duración que varía según el chico y el tiempo que tardo en obsesionarme con un nuevo.
Pero de repente me despierto de mi sueño con una llamada de la universidad que me informa de la imposibilidad de convalidación de un trabajo por los créditos necesarios, mientras en el autobús en el que voy muerta de calor y de pie por estar lleno de gente, lo más parecido al hombre de mis sueños que me encuentro es ese chico con gafas de sol horteras que esta sentado casi al final y que no deja de mirarme al tiempo que mi obsesión real se dedica a intimar con otra que ha estado mucho menos soñadora y más eficiente.
A pesar del choque con la realidad, los sueños me permiten sonreír mientras camino por la calle, mientras espero el autobús, mientras escucho música o miro por la ventana. Los sueños me dan esa estabilidad y esa fuerza que la vida real me niega. Los sueños nos permiten ser lo que nos gustaría ser. La realidad de cada uno es la que cada uno se crea y lucha por conseguir. Y como alguien dijo una vez, no podemos olvidar “¡que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son!”

4 comentarios:

  1. CIERTAMENTE, QUERIDA AMIGA.
    LO MALO ES CUANDO TE DESPIERTAN POR ALGUNA JODA.

    ResponderEliminar
  2. Querida, ¿qué va a ser de nosotras el día que nos despertemos? Más vale que del todo no salgamos de nuestros sueños... sino... qué miedo!!

    ResponderEliminar
  3. Yo no pienso despertar, la vida no se parece en nada a lo que queremos que sea, es mucho mejor vivir en tu mundo y salir de vez en cuando a hacer turismo...

    ResponderEliminar
  4. YA, PERO ESE SALIR ES PARA COMER Y PARA QUE PUEDAS CONTINUAR EN TU MUNDO.
    ESO ES LO QUE JODE;QUE POR COJONES SEAN COMPLEMENTARIOS

    ResponderEliminar