domingo, 17 de mayo de 2009

Mis puntos flacos...

Cada mañana me despierto con un fin, ser buena, ser mala, comer bien, hacer ejercicio... y según van pasando las horas me doy cuenta de mis debilidades. Ayer sólo tenía que ser dura, tenía que ser fuerte y enfrentarme a mi novio de amor actual, y a mi amante pasado, y un tercero decidió hacer la noche aún más interesante. Resultado, el presente gana la partida y hace lo que le da la gana, como siempre. El pasado busca lo que antes tenía sin necesidad de esfuerzo pero se encuentra con un NO infrancreable, las cosas tan claras no pueden con mis instintos. Y el tercero se tuvo que conformar con un saludo entre prisas, las colas de los servicios no esperean para nadie.
En la actualidad mi debilidad vuelve a ser como siempre, alguién que no me conviene. Y el problema es que no se si ayer no sucumbí a las tentaciones porque estaba borracha, porque no podía (eso de los remordimientos, que me está costando más de lo que yo creia) o porque porque realmente no me apetecía, simplemente no quería. Si el motivo es el último, con un poco de ayuda de los otros dos, creo que es mejor que empiece a preocuparme.

2 comentarios:

  1. Las tentaciones asoman en cada esquina con mil disfraces, incluso en ventanas de enfrente o agendas telefonicas.
    No estaria mal limitarnos a dejarnos llevar por ellas, pero... los remordimientos no se esconden tanto, son más como las farolas encendidas en medio de la calle de noche.
    Qué le vamos a hacer...

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  2. a mi ahora me encantaría poder mantenerme un poco alejada de ventanas y agendas...
    gracias :)

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