martes, 7 de enero de 2014

Cuestión de intuición...

Siempre es lo mismo. Sonrisas, palabras dulces, promesas… todo se desvanece de la noche a la mañana sin que haya un motivo aparente. Esta vez mi cabeza era la que me pedía que confiara pero mi corazón, harto de decepciones, percibía que algo no iba bien. La cabeza escucha pero el corazón no siente lo que tiene que sentir. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde pero un corazón cansado de esperar se rinde ante lo imposible.

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